Desde los comienzos de Walt Disney se han realizado
largometrajes, primero los conocidos Mickey y Miney Mouse, el pato Donald y
Daisy, Goofy y por último Pluto. Estos son sin duda los personajes que vienen a
la cabeza cuando se habla de Disney, pero en 1937 Walt Disney lanzó el primer
largometraje de una princesa: Blancanieves.
Después de esta se fueron creando más largometrajes de princesas:
Las princesas Disney (Blancanieves, Cenicienta, Aurora, Ariel, Bella, Mulán,
Jazmin, Pocahontas, Rapunzel, Tiana, Mérida, Anna y Elsa).
Pero todas ellas
representaban la sociedad de su tiempo, una sociedad en la que la mujer tenía
un papel muy denigrante, aunque con el tiempo esta sociedad ha ido
evolucionando; en un principio se usaba a la mujer como objeto de limpieza,
como la que se tenía que dedicar a las tareas del hogar, como se representa muy
bien en Blancanieves, Cenicienta y La bella durmiente: Aurora. Estas tres
princesas eran sumisas, buenas campesinas, amas de casa y sólo buscaban el
amor, el amor de un príncipe, claro está.
Más tarde el papel de
la mujer había evolucionado, ya se mostraba rebelde aunque aún acataba las
órdenes de los “cabezas” de familia, esto se representaba en La sirenita: Ariel
y Pocahontas.
Llegamos a un punto en el que las princesas Disney se
muestran más inteligentes y ya buscan el amor en una belleza interior, no tanto
en el príncipe ideal, como en La bella y la bestia: Bella, y Aladdin: Jazmin.
No obstante, en esta
evolución de las princesas se ve abarcada también las diferentes etnias de las
mismas, no solo podrían estar reflejadas princesas europeas (mayoritariamente
se muestras los filmes en Francia) sino también en princesas norteamericanas
(Pocahontas), asiáticas (Jazmin y Mulán), como de una etnia de piel más oscura
(Tiana).
Una vez aquí, se muestra a la mujer rebelde, pero no en una
rebeldía como las anteriores, que llevaban al amor, sino una rebeldía por amor
como signo de protección a su padre; hablamos de Mulán, la princesa que
arriesga su vida haciéndose pasar por un hombre, en una sociedad en la que la
mujer estaba totalmente menospreciada, sin voz ni voto; una princesa que
demuestra que una mujer también puede hacer lo que todo hombre hace y enseña
que el valor no es solo algo masculino, sino que está dentro de todos, seas
mujer u hombre.
En esta misma línea se encuentra Tiana, una muchacha de
Nueva Orleans a la que sólo le interesa montar su propio restaurante en memoria
a su padre. No le interesa encontrar el amor y se podría decir que es una chica
con los “pies en el suelo”. Pero como todas las princesas Disney se acaba
enamorando, solo que su final, a pesar de ser vivieron felices y comieron
perdices, nos muestra la particular vida de unos príncipes que prefieren seguir
viviendo de su trabajo, en el restaurante de Tiana.
Por otro lado tenemos a Rapunzel, una princesa que busca la
libertad, quiere encontrar la aventura de la vida, sin ataduras, conocer sitios
nuevos, etc. Esto ya se va centrando más a nuestra sociedad actual, aunque como
todas las princesas, encuentra el amor, aunque este amor no sea el de un
apuesto príncipe.
Más cercanas ya a nuestros días van unidas Elsa y Anna, Elsa
es la primera princesa de Disney que no es una adolescente, que es responsable
aunque quiere sentirse libre por completo, una princesa de ideas fijas que
logra llegar a ser la reina y que tiene un gran amor a su pequeña hermana Anna;
que por el contrario es inexperta, rebelde y totalmente aventurera, que cree en
el amor a primera vista y se quiere enfrentar a su hermana por ello, pero a
diferencia del resto, tiene una evolución totalmente positiva, se da cuenta de
que el mayor amor es el que se siente por la familia y que el amor a primera
vista no existe y que de nada sirve los apuestos príncipes si no te aportan el
amor que deseas, por ello se enamora de otro joven, totalmente opuesto al
príncipe con el que choca en personalidad pero se complementa totalmente. Aun
así, no deja de ser una princesa que encuentra el amor.
Por último y no menos importante, sino todo lo contrario se
encuentra Mérida, una princesa que quiere ser libre, a la que le encantan las
armas y andar con el pelo al viento. Una princesa que no está pendiente de ser
perfecta, sino todo lo contrario, una princesa que se enfrenta a su madre para
lograr lo que quiere, una princesa que comete errores pero busca como
solucionarlos y todo ello por sí misma. Es una princesa que nos muestra una
lucha sí, pero no una lucha física sino interior, en la que lucha por no tener
que “atar” su vida al amor si este no es el indicado, enfrentándose a todos. A
la que se le presenta un conflicto que al final logra resolver y a la que le
enseñan que sí existe el amor, el amor más grande que puede haber y ese es el
amor de madre. No el de un príncipe como todas las princesas anteriores, ella
no busca eso y sin embargo se encuentra con el amor materno.
A continuación verás una serie de vídeos que parodiarán a darán conciencia sobres las princesas Disney:
3 comentarios:
Muy buena evolución en todas las princesas
Me encanta como diferencias a unas princesas de otras y es cierto que las últimas películas de Disney intentan adapatarse a lo que muchos pedimos, menos estereotipos. Buen trabajo!
El post esta demasiado bien, refleja lo que es la mujer en todas las distintas fases de la historia, y como bien dices se ve que en los tiempos de ahora la mujer ya no es por asi decirlo, una esclava de los hombres.
Me ha gustado mucho leer tu post y espero que sigas haciendo post como este.
Gracias por haber tomado tu tiempo en realizarlo.
Un saludo.
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